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Capturando al decisor


Publicado el : 18 de Setiembre de 2019

En : Prensa

Por Pablo Regent, decano del IEEM

Cuando el resultado de decisión es la mejor segunda opción, queda demostrado que algo o alguien ha coartado la libre decisión de nuestra primera opción. ¿Son estas coacciones deliberadas? ¿Cuándo sucede esto?

A nadie le gusta descubrir, pero menos reconocer, que ha sido capturado, cooptado o manipulado por un tercero. Pero que a uno no le guste no quiere decir que no suceda y, más aún, que no se sea consciente de ello tampoco significa que no haya sucedido. Entonces, amigo lector, qué le parece si antes de seguir leyendo se hace la pregunta acerca de si alguna vez le ha pasado. Permítame que lo ayude con un par de ejemplos.

Elecciones y promociones

Resulta que usted es una persona que considera que la mejor opción es el partido Esmeralda. Pretende votarlo y así se dispone a hacerlo. Sin embargo, al pensarlo mejor, recuerda que el partido Topacio, cuando no ha estado en el gobierno, ha realizado una oposición destructiva. Si bien usted prefiere a los esmeraldas sobre los topacios, las declaraciones públicas de estos le hacen acordar demasiado a tiempos pasados, en los que los que gobernaban no pudieron avanzar debido a una actitud activa de falta de cooperación de los topacios. En fin, al final del día lo que a usted le interesa es que el país funcione. En esa línea, se pregunta qué pasaría si el partido Topacio llegase a la presidencia. Si bien usted considera que no es la mejor opción, reconoce que el partido Esmeralda no sería una opción destructiva en la oposición. En tal sentido, usted pasa a analizar alternativas en formato combo. Se convence de que su óptimo, con Esmeralda arriba, no es viable, pues Topacio en el llano la hace inaceptable. Mientras que Topacio al frente, y Esmeralda como opositor, se ha convertido en su second best.

En la empresa también puede haberle sucedido. Juan y Ana son dos vendedores senior. Ha de promover a uno como supervisor. Usted cree que Juan es la mejor opción, pero está convencido de que Ana, a la luz de sus conductas anteriores, quizá no vaya a colaborar con Juan como sería necesario. Por el contrario, si bien Ana no sería su óptimo como supervisor, el hecho de anticipar que Juan colaboraría, a pesar de no ser promovido, lo lleva a optar por Ana. Igual que en la opción electoral, el combo second best le ha sido impuesto.

Para que realmente se trate de una situación de “captura”, el comportamiento del partido Topacio y la conducta de Ana han de ser conscientes y adredes. La captura se da cuando Ana o el partido Topacio trabajan a conciencia para enviar señales a los decisores acerca de cuál va a ser su comportamiento futuro. Obviamente, en el caso de Ana, usted puede pensar que es un ejemplo sin sentido, pues directamente la despediría. En ocasiones puede que sea factible, pero muchas veces las Anas aportan valor en muchos sentidos, a la vez que sus mensajes no son explícitos, sino que sencillamente son acciones que usted interpreta.

Experimentando en cabeza ajena

Años atrás, un amigo me contó que en ocasión de una elección muy disputada para la presidencia del directorio en una empresa privada de gran porte se llevó una sorpresa muy desagradable. Un accionista le dijo que no le daría su voto pues consideraba que si dejaban al otro candidato en la oposición, este llevaría adelante una conducta muy poco constructiva. Y, en cambio, si le daban a él el cargo de presidente, y mi amigo quedaba como vocal, seguramente la conducta de este último sería cooperativa por el bien de la empresa. De nada sirvió que mi apenado amigo le explicara que él no pensaba colaborar. Casi que se le rieron en la cara. Le dijeron que era imposible pensar que él fuera a comportarse de esa forma.  

Cualquiera que tenga un amigo argentino ha escuchado que en aquel país solo los peronistas pueden gobernar. Muestran como prueba que ningún gobierno no peronista ha podido cumplir con entregar la banda presidencial en la fecha constitucional, además de señalar los enormes conflictos y enfrentamientos que en aquellas ocasiones se vivieron. Tanto se convencen de esto, que de una u otra forma casi todo el sistema político se convirtió en peronista. ¿Ha sido el peronismo proactivo en inculcar este prejuicio en los votantes a través de un comportamiento sostenido en esta dirección? Le dejo a usted la respuesta. La historia enseña que el ejemplo no solo aplica a la Argentina.

Reflexión final

Cuando en una empresa, en una sociedad o en el colectivo que sea se permite que los que desarrollan juegos de captura salgan airosos, el resultado final es muy malo. En un entorno en el que los manipuladores triunfan, la única forma de salir adelante es sumarse al mismo comportamiento. De a poco al principio, y con gran velocidad luego, el cinismo y la hipocresía invadirán las pautas de convivencia. Descubrir y no consentir este tipo de comportamiento, a la vez que aceptar que en ocasiones es mejor vivir el mal trago de una situación conflictiva, o perder a una persona que afecta el número pero no suma a la convivencia, serán condiciones necesarias para construir un entorno de sana competencia.

Publicado en Café & Negocios, El Observador, 18 de setiembre de 2019.


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