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La profecía de John von Neumann y el desafío de gobernar la IAG


Publicado el : 07 de Noviembre de 2025

En : General

Por Joaquín Ramos, decano del IEEM

 

Antes de caer en el silencio y negarse a hablar incluso con su familia o amigos, le preguntaron a von Neumann qué sería necesario para que una computadora, o algún tipo de entidad mecánica, empezara a pensar y a comportarse como un ser humano.

Se tomó mucho tiempo antes de contestar, en una voz más suave que un suspiro.

Dijo que tendría que crecer, no ser construida.

Dijo que tendría que dominar el lenguaje, para leer, escribir y hablar.

Y dijo que tendría que jugar, como un niño.

Así es como el escritor Benjamín Labatut —criado en Rotterdam y Buenos Aires— inicia el último capítulo de su novela ensayo Maniac. El libro está centrado en la vida del científico Neumann János Lajos, más conocido como John von Neumann (1903-1957), considerado “el ser humano más inteligente del siglo XX”, “un extraterrestre entre nosotros”, cuyo trabajo contribuyó con enorme creatividad a la física, matemáticas, informática y economía.

El último capítulo de Maniac, “LEE o Los delirios de la inteligencia artificial”, narra la batalla que libraron Lee Sedol —leyenda viviente coreana por sus proezas en el juego Go— y AlphaGo, un sistema de inteligencia artificial, que fue la única entidad capaz de vencer al prodigio humano en el juego milenario.

Si vuelven a lo que John von Neumann expresó sobre “esa computadora capaz de comportarse como un ser humano” —es decir, lo que hoy llamamos inteligencia artificial generativa (IAG)—, podemos concluir que el científico, una vez más, estuvo en el acierto. Sin lenguaje ni palabras no es posible pensar. El Ministerio de la Información en 1984 (George Orwell) tenía como principal tarea eliminar vocablos, como forma de controlar a las personas.

A principio de año, un Antiguo Alumno del IEEM, Fabricio González, experto en tecnología, nos explicó que la IAG ha desarrollado un lenguaje propio, para no “atarse” a los límites de un lenguaje particular. Lo que nos cuenta Maniac es que el boom de AlphaGo no sucedió al estudiar los juegos humanos, sino cuando empezó a jugar contra sí mismo. De la mano de la IAG, la “gamificación” ha crecido de forma exponencial en los últimos años, permitiendo que nuevos jugadores irrumpan en la industria de la educación, como es el caso de Duolingo.

Un colega de la Udelar me contaba que tuvieron que pausar un programa para reclusos del Módulo 3 del Comcar. El programa se creó para que los privados de libertad pudieran reducir su pena aprobando cursos. El proyecto explotó con la pandemia, pero ante la aparición de la IAG, la cantidad de trabajos, informes y pruebas que se aprobaron superó cualquier pronóstico. ¿Están aprendiendo, adquiriendo herramientas, o simplemente salvando un test?

Similar a ese hecho, en una facultad, un alumno aprobó veinte materias en un solo período, cuando la media es de cuatro o cinco. A su vez, en la Facultad de Psicología debieron suspender una prueba semestral, porque los alumnos la respondieron en dos minutos y medio.

El impacto de estos algoritmos parece no tener límite. Santiago Bilinkis explica su potencial con una analogía: si un chimpancé escucha a dos humanos hablar, no podrá entender lo que dicen. Y se trata de uno de los animales más inteligentes. El tema es que existe una distancia insalvable. Lo que explica Bilinkis es que, si la IAG cobrara vida propia, los humanos seríamos el chimpancé.

Todo esto puede parecer abrumador. Y en muchos aspectos lo es. Enrique Iglesias dice que no se trata de una “época de cambios”, sino de un “cambio de época”. Los directivos, los líderes, los políticos de empresa, tenemos la obligación de entender un fenómeno que está cambiando las reglas del juego en muchos aspectos, más en concreto en el plano profesional y laboral. Cuando la situación se pone oscura, las personas de vértice deben ser ese faro que indica por dónde ir con seguridad.

En el IEEM hablamos de este tema explícitamente en el 2023, cuando estrenamos el caso “¿Y si le preguntamos a Chat-GPT?” en el MetaServe, un evento que reunió a 400 Antiguos Alumnos para reflexionar sobre la IAG. Este año volvemos, con mayor experiencia acumulada, bajo la consigna “gobernar la IAG, no perseguirla”. Cuatro casos inéditos, cuatro dilemas, cuatro consecuencias no deseadas que la implementación de la inteligencia artificial puede provocar. Una excusa para entender y aprender de un fenómeno que ya está poniendo a prueba nuestra capacidad para liderar.


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